Hay una historia del horror de la violencia en México que se repite y que golpea con fuerza a quienes buscan a sus desaparecidos. El cuerpo de la madre buscadora Aida Karina Juárez Jacobo ha sido encontrado este jueves en el estado de San Luis Potosí. Unos días antes, la mujer había sido presuntamente secuestrada en Zacatecas —a solo unos 50 kilómetros de distancia—, el estado vecino de donde era originaria ella y su hija Goretty Guadalupe Juárez Jacobo, una joven de 26 años que desapareció en ese mismo lugar, el 25 de junio pasado, y a quien su madre buscaba desde entonces. El Gobierno de Zacatecas han confirmado que el presunto responsable del asesinato ya ha sido detenido y se encuentra a disposición de las autoridades.
El hallazgo ha confrontado a las dos Fiscalías involucradas. Hasta la mañana de este viernes, el Gobierno de Zacatecas había asegurado que se mantenía en estrecha colaboración con San Luis Potosí, quienes realizaron el hallazgo de los restos en la comunidad de Villa de Ramos. El cuerpo, según relató la Fiscal General de ese estado, María Manuela García Cázares, tenía cuatro impactos de bala. Sin embargo, dijeron no haber hecho formalmente la identificación. “No hemos tenido ninguna colaboración [con Zacatecas], solamente con una llamada telefónica y que nos iban a mandar un convenio o colaboración que no ha llegado”, dijo la funcionaria. La fiscal negó que ellos tuvieran a personas detenidas.
Goretty Juárez desapareció el 25 de junio en el municipio de Guadalupe, en Zacatecas. Su madre, Aida Karina se unió pronto al colectivo Siguiendo tu Rastro con Amor para buscarla, con ayuda de otras madres, padres y familiares que escarban la tierra y recorren el país entero buscando a sus seres queridos. De acuerdo con el testimonio de algunos miembros de su grupo, el pasado martes Aida Karina había terminado de realizar una búsqueda en campo, en Zacatecas, y se dirigió a su casa cuando fue secuestrada.
“El dolor inmenso que nos provoca esta terrible noticia […] es ya una exigencia de justicia que surge desde las madres buscadoras de Zacatecas (y de México). En este momento, está vinculada directamente a la preocupación por la protección de los familiares de Aida Karina, y de todas y todos los familiares dedicados a la búsqueda de sus seres queridos desaparecidos”, ha publicado su colectivo unas horas después de que las autoridades confirmaran el hallazgo de la madre buscadora.
El secretario del Gobierno de Zacatecas, Rodrigo Reyes Mugüerza, informó, que la Mesa de Construcción de Paz le notificó que los restos hallados en San Luis Potosí, muy cerca del límite con Zacatecas, correspondían a Aida Karina Juárez, y que el probable responsable ya había sido puesto a disposición de la Fiscalía General de Justicia. “Nos solidarizamos profundamente con su familia, con su colectivo y con todas las madres buscadoras que, con valentía y amor, han hecho de la esperanza su causa”, dijo. Aunque esta información sería desmentida la tarde de este mismo jueves por la Fiscal de San Luis Potosí.
Fuentes policiales, locales y algunos miembros de colectivos han confirmado que el secuestro y la posterior aparición del cuerpo de la madre buscadora responden a un agravamiento en las condiciones en las que las poblaciones de Zacatecas y de San Luis Potosí viven desde hace ya varios meses. Han solicitado no ser citados debido a un temor creciente por sus vidas.
Colectivos de todo el país se han unido al llamado de justicia y a la petición de asumir responsabilidades por parte de las autoridades estatales y federales en torno al asesinato y ataques que sufren las personas buscadoras. “En México, buscar a las personas desaparecidas es una actividad de alto riesgo, y el Estado es responsable de garantizar su protección, ya que desde hace años renunció a su obligación de prevenir las desapariciones”, dicen.
La organización Amnistía Internacional ha contabilizado al menos 30 familiares de personas desaparecidas que han sido asesinados entre febrero de 2011 y mayo de 2025. De ellos, 16 eran mujeres —once madres, dos hermanas, dos esposas y una activista—, de acuerdo a su más reciente informe Desaparecer otra vez: violencias y afectaciones que enfrentan las mujeres buscadoras en México.
Según el recuento de A dónde van los desaparecidos, la iniciativa periodística especializada en la crisis de desapariciones en México, hasta abril de este año iban 28 personas buscadoras asesinadas en México, la más reciente, la de María del Carmen Morales y uno de sus cuatro hijos, asesinados cerca de su casa, en un fraccionamiento de Tlajomulco, a las afueras de Guadalajara.
Además de las del padre buscador Magdaleno Pérez Santes en marzo, en Veracruz, que murió después de ser brutalmente golpeado por policías municipales de Veracruz, o la del padre buscador Roberto Hernández, el 11 de agosto pasado, cuando hombres armados lo asesinaron a tiros en Ixtapaluca, Estado de México.
El cuerpo de la mujer, que buscaba a su hija desaparecida en junio, apareció en el vecino estado de San Luis Potosí
Hay una historia del horror de la violencia en México que se repite y que golpea con fuerza a quienes buscan a sus desaparecidos. El cuerpo de la madre buscadora Aida Karina Juárez Jacobo ha sido encontrado este jueves en el estado de San Luis Potosí. Unos días antes, la mujer había sido presuntamente secuestrada en Zacatecas —a solo unos 50 kilómetros de distancia—, el estado vecino de donde era originaria ella y su hija Goretty Guadalupe Juárez Jacobo, una joven de 26 años que desapareció en ese mismo lugar, el 25 de junio pasado, y a quien su madre buscaba desde entonces. El Gobierno de Zacatecas han confirmado que el presunto responsable del asesinato ya ha sido detenido y se encuentra a disposición de las autoridades.
El hallazgo ha confrontado a las dos Fiscalías involucradas. Hasta la mañana de este viernes, el Gobierno de Zacatecas había asegurado que se mantenía en estrecha colaboración con San Luis Potosí, quienes realizaron el hallazgo de los restos en la comunidad de Villa de Ramos. El cuerpo, según relató la Fiscal General de ese estado, María Manuela García Cázares, tenía cuatro impactos de bala. Sin embargo, dijeron no haber hecho formalmente la identificación. “No hemos tenido ninguna colaboración [con Zacatecas], solamente con una llamada telefónica y que nos iban a mandar un convenio o colaboración que no ha llegado”, dijo la funcionaria. La fiscal negó que ellos tuvieran a personas detenidas.
Goretty Juárez desapareció el 25 de junio en el municipio de Guadalupe, en Zacatecas. Su madre, Aida Karina se unió pronto al colectivo Siguiendo tu Rastro con Amor para buscarla, con ayuda de otras madres, padres y familiares que escarban la tierra y recorren el país entero buscando a sus seres queridos. De acuerdo con el testimonio de algunos miembros de su grupo, el pasado martes Aida Karina había terminado de realizar una búsqueda en campo, en Zacatecas, y se dirigió a su casa cuando fue secuestrada.

“El dolor inmenso que nos provoca esta terrible noticia […] es ya una exigencia de justicia que surge desde las madres buscadoras de Zacatecas (y de México). En este momento, está vinculada directamente a la preocupación por la protección de los familiares de Aida Karina, y de todas y todos los familiares dedicados a la búsqueda de sus seres queridos desaparecidos”, ha publicado su colectivo unas horas después de que las autoridades confirmaran el hallazgo de la madre buscadora.
El secretario del Gobierno de Zacatecas, Rodrigo Reyes Mugüerza, informó, que la Mesa de Construcción de Paz le notificó que los restos hallados en San Luis Potosí, muy cerca del límite con Zacatecas, correspondían a Aida Karina Juárez, y que el probable responsable ya había sido puesto a disposición de la Fiscalía General de Justicia. “Nos solidarizamos profundamente con su familia, con su colectivo y con todas las madres buscadoras que, con valentía y amor, han hecho de la esperanza su causa”, dijo. Aunque esta información sería desmentida la tarde de este mismo jueves por la Fiscal de San Luis Potosí.
Fuentes policiales, locales y algunos miembros de colectivos han confirmado que el secuestro y la posterior aparición del cuerpo de la madre buscadora responden a un agravamiento en las condiciones en las que las poblaciones de Zacatecas y de San Luis Potosí viven desde hace ya varios meses. Han solicitado no ser citados debido a un temor creciente por sus vidas.
Colectivos de todo el país se han unido al llamado de justicia y a la petición de asumir responsabilidades por parte de las autoridades estatales y federales en torno al asesinato y ataques que sufren las personas buscadoras. “En México, buscar a las personas desaparecidas es una actividad de alto riesgo, y el Estado es responsable de garantizar su protección, ya que desde hace años renunció a su obligación de prevenir las desapariciones”, dicen.

La organización Amnistía Internacional ha contabilizado al menos 30 familiares de personas desaparecidas que han sido asesinados entre febrero de 2011 y mayo de 2025. De ellos, 16 eran mujeres —once madres, dos hermanas, dos esposas y una activista—, de acuerdo a su más reciente informe Desaparecer otra vez: violencias y afectaciones que enfrentan las mujeres buscadoras en México.
Según el recuento de A dónde van los desaparecidos, la iniciativa periodística especializada en la crisis de desapariciones en México, hasta abril de este año iban 28 personas buscadoras asesinadas en México, la más reciente, la de María del Carmen Morales y uno de sus cuatro hijos, asesinados cerca de su casa, en un fraccionamiento de Tlajomulco, a las afueras de Guadalajara.
Además de las del padre buscador Magdaleno Pérez Santes en marzo, en Veracruz, que murió después de ser brutalmente golpeado por policías municipales de Veracruz, o la del padre buscador Roberto Hernández, el 11 de agosto pasado, cuando hombres armados lo asesinaron a tiros en Ixtapaluca, Estado de México.
EL PAÍS